lunes, 19 de enero de 2015

Madrid

Madrid, la ciudad que albergaba más historias, me recibió con una bella imagen. Estaba vestida de gala para la ocasión. Quién pudiera pensar que una ciudad como ella, que acogía a tantos y tantos viajeros, se hubiera maquillado para mí. Cuando me detuve a imaginar quién sería yo para toparme con una mujer de dicha gracia, se tropezó ella conmigo... Si lograra describiros cómo era no seríais capaces de imaginarla, pues ni mis palabras se le aproximarían ni vuestra imaginación le rozaría un atisbo de belleza. Ella... Ella era un rayo de sol hecho carne con una sombra de luna llena rizada por pelo. Era una Venus de Milo con dos pinceladas de rubor por mejillas y un cuarto creciente de Luna por sonrisa. Era unos ojos de sirena que te atraían a escuchar su voz. Oh dulce canto que, con tan solo pronunciar sus primeras notas, cautivaría hasta al mismísimo Ulises. Era música al andar, pero no una música corriente. Era una cadencia armónica que llegaba a mis oídos con más pasión conforme se acercaba a mí. Ella era una ladrona experta, pues antes siquiera de haberme besado ya había robado este corazón de enamorado. Y no por eso dejé de sentir el calor de esos besos que enredaban todo mi ser en un lienzo color carmín para, después, devolverme a la faz de la tierra con un vahído de emociones que nunca se me ocurriría olvidar. Ella me había convertido en un muerto en vida condenado a vagar para siempre tras sus besos. Un nómada castigado a buscar de forma perpetua el lugar donde se encontrasen sus labios por ser culpable de robarle el primer beso de su boca. Por fortuna, ella me permitía sentir en mi piel cada caricia arrojada a la travesía del querer a modo de indicio. Quería encontrarla y ella quería que lo hiciera. Pero descubrir su paradero no iba a ser sencillo, pues se ocultaba tras ese corazón que me había sido sustraído con el primer contacto de sus labios.

Dejad que vuestra imaginación vuele libre.

Deivid León.

2 comentarios:

  1. He venido a leer este relato por recomendación tuya, y la verdad es que me alegro de haberlo hecho. Me ha encantado, es hermoso. Tienes una manera de describir muy dulce y nada recargada, y se desprende tanta positividad de tus letras que no puedo evitar sonreír. Me alegro de haber coincidido contigo en RB, porque aunque nuestros estilos sean muy distintos lo haces bien, y a medida que continúes escribiendo lo harás mejor.

    Un frío beso,

    Emily

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    1. Muchas gracias por tus palabras tan sinceras. Es una gran alegría que la gente sienta dentro de ellas los sentimientos que intento plasmar en el "papel". De nuevo, muchas gracias por tu tiempo y gracias por quedarte aquí. (:

      Deivid León.

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