viernes, 2 de enero de 2015

Amor y sufrimiento

Es curioso cómo el amor y el sufrimiento se sienten de forma muy similar en el estómago. Sin embargo, son sentimientos totalmente contrarios. Casi podríamos decir que son sentimientos opuestos. Pero tienen una relación: nuestro cuerpo nos avisa de que hay algo extraño a nosotros, algo que no podemos controlar, algo que nos supera para bien o para mal. Quizá el amor y el sufrimiento no sean tan distintos en el estómago. Quizá estén relacionados con aquello que sentimos ahí. Pero, en realidad, se diferencian de forma clara en nuestra mente. Cada uno nos hace pensar algo de una forma feliz o, por el contrario, algo que es cruel para nosotros, algo que nos duele, que nos duele de verdad. El amor es aquello que sientes en el estómago, aquello a lo que llaman "mariposas"; y la mente no permite que te concentres en otra cosa, salvo en eso; quizá porque no quieres. En cambio, con el sufrimiento, aunque no tenga nada que ver con el amor, sientes en el estómago como si mataran a esas mariposas, como si les diesen punzadas cada vez mayores; sientes cómo van muriendo una a una; y tu mente no permite que te concentres en otra cosa, no porque no quieras, sino porque no puedes; porque el dolor te impide dirigir tus pensamientos hacia otro lado. En el fondo el amor y el sufrimiento no son tan distintos, pero, para nosotros, son dos polos opuestos de algo que llamamos vida.
 
Aunque ya publiqué esta reflexión en Facebook e Instagram, no quería dejar de publicarla también por aquí. Espero que os guste.

Dejad que vuestra imaginación vuele libre.

Deivid León.
 

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