sábado, 25 de octubre de 2014

¿Qué es para mí la literatura?

El otro día en clase de Estudios Literarios, nos lanzaron esta pregunta, y hoy os la contesto yo para seguir la cadena y averiguar qué pensáis vosotros que es la literatura. ¿Qué es para vosotros? Para mí es lo siguiente:



En primer lugar, para poder explicar qué es la literatura, se necesita saber desde qué punto de vista se observa; si es un lector, un curioso, un autodidacta, un estudiante, un escritor, un crítico, etc.

En segundo lugar, una vez concretado el punto de vista, se procede a la necesidad de liberar el Yo que todos llevamos dentro. En mi caso es el Yo escritor.

Finalmente, desde ese Yo escritor, se procede a responder a la pregunta:

La literatura para mi Yo escritor es la exteriorización, liberación y sanación de la mente, el alma y el corazón. Mi Yo escritor concibe la literatura como un medio para aprender mediante la lectura de libros de toda índole para después poder aplicar los conocimientos adquiridos en papel, ya sea en verso o en prosa. Porque el fin no es lo que importa; que sea un poema, un cuento, un libro o una canción, no importa. Lo que realmente importa es que el escritor conciba una idea y la quiera exteriorizar de una forma u otra.

Porque eso es literatura: la exteriorización de una idea que tiene el escritor en algunos de los géneros de los que dispone. La liberación de una parte de su alma o de su corazón y dejarlo en el papel para siempre, sin necesidad de volver a ello en alguna otra ocasión. Y la sanación, usando la literatura como un medio de expresión para desahogarse y sanarse a sí mismo mental y anímicamente.

Aquí os dejo un ejemplo que para muchos puede no ser el mejor, pero a mí me transmite demasiadas sensaciones cada vez que lo leo:

¡OH, CAPITÁN! ¡MI CAPITÁN!

¡Oh, capitán!, ¡mi capitán!, nuestro terrible viaje ha terminado,
el barco ha sobrevivido a todos los escollos,
hemos ganado el premio que anhelábamos,
el puerto está cerca, oigo las campanas, el pueblo entero regocijado,
mientras sus ojos siguen firme la quilla, la audaz y soberbia nave.
Mas, ¡oh corazón!, ¡corazón!, ¡corazón!
¡oh rojas gotas que caen,
allí donde mi capitán yace, frío y muerto!

¡Oh, capitán!, ¡mi capitán!, levántate y escucha las campanas,
levántate, por ti se ha izado la bandera, por ti vibra el clarín,
para ti ramilletes y guirnaldas con cintas,
para ti multitudes en las playas,
por ti clama la muchedumbre, a ti se vuelven los rostros ansiosos:
¡Ven, capitán! ¡Querido padre!
¡Que mi brazo pase por debajo de tu cabeza!
Debe ser un sueño que yazcas sobre el puente,
derribado, frío y muerto.

Mi capitán no contesta, sus labios están pálidos y no se mueven,
mi padre no siente mi brazo, no tiene pulso ni voluntad,
la nave, sana y salva, ha anclado, su viaje ha concluido,
de vuelta de su espantoso viaje, la victoriosa nave entra en el puerto.
¡Oh playas, alegraos! ¡Sonad campanas!
Mas yo, con tristes pasos,
recorro el puente donde mi capitán yace,
frío y muerto.


Autor: Walt Whitman
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Dejad que vuestra imaginación vuele libre.

Deivid León.

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