miércoles, 8 de enero de 2014

Arnold y la noticia inesperada

Me despierto en plena noche sobresaltado y con el corazón acelerado. Como si el resultado de una pesadilla me hubiera sacado de mi letargo nocturno. En cuanto recobro consciencia y me desperezo un poco, cojo mi varita, aunque sé que no voy a necesitarla, pues estoy aprendiendo a realizar hechizos sin ella, únicamente con mi cabeza, con mis poderes mágicos. ¿Quién soy yo? Soy Arnold James Whitebridge y soy el que se está levantando de la cama para ver qué ocurre en el piso inferior. Avanzo lentamente hasta llegar a la puerta, ni siquiera cojo mis zapatillas de estar por casa, pues pretendo hacer el mínimo ruido y el roce de las zapatillas con la moqueta destacaría demasiado ante el silencio de la noche. Giro el pomo tan lentamente que tardo un minuto entero en girarlo del todo, un largo y eterno minuto pasa hasta que logro abrir la puerta. Todo lo que sea necesario para hacer el menor ruido posible. Desciendo las escaleras únicamente pisando con la punta de mis pies y evitando pisar los escalones más problemáticos, creyendo que, con ello, voy a hacer menos ruido. Pero, al llegar al comedor, veo al hámster de mi hermano, o lo que creo que es el hámster de mi hermano, porque, cuando me doy la vuelta para volverme a la cama, una luz emana de él iluminando todo el comedor transformando al susodicho hámster en un hombre de unos 60 años, con túnica y sombrero.

-Creo que sabes por qué estoy aquí, ¿verdad, Arnold? -comenta el hombre de la túnica.

En cuanto le he visto la cara, le he reconocido. Es uno de los Ministros del Consejo de Magia. Me persiguen por un delito del cual ya ni se acuerdan, bueno, yo tampoco. Lo que es una chiquillada, pero me quieren castigar por ello y no voy a permitir que me encierren en esa cárcel, que más que una cárcel para magos es un zulo.

-Si usted piensa que voy a volver a ese lugar lo lleva usted muy claro, Señor O' Callaghan.

-Bueno, siempre podemos negociar algo que no venga mal a ninguna de las dos partes.

-Dudo que algo que les venga bien a ustedes me venga bien a mí, pero... un momento. ¿No estarán pensando en enviarme a... -pregunto temeroso de saber la respuesta

- Exacto.




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Estoy pensando en realizar una serie de entradas en las que colaboréis vosotros también. Algo en plan: "sigue la historia", sólo que en este caso, sólo seguiréis con una idea o con una serie de ideas. Creo que es una iniciativa bastante chula y que puede gustaros y entreteneros bastante a los que os gusta leer. 
 Por otra parte, estoy abierto a sugerencias de título de esta nueva serie de entradas relacionadas con un mismo tema: el mago Arnold y que cuenta con vuestra participación.
Todas las características están susceptibles a cambios, pues ésta es una historia que vamos a forjar entre todos y para todos. Veamos qué sale de aquí :D

 Dejad que vuestra imaginación vuele libre.

Deivid León.

3 comentarios:

  1. Me gusta mucho la idea que has tenido para poder poner en moviemiento a todos aquellos que nos gusta escribir ^.^ Si se me ocurre algo bueno de verdad, te lo haré saber ;)

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  2. Podrías hacer que para la historia y explicar como ha llegado el protagonista a esta situación. Que su madre muriera robando una reliquia familia,de gran poder, a esta gente y el niño escondiese este objeto.

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