martes, 1 de septiembre de 2015

Distrito 4 (Segunda parte)

Antes de comenzar a leer, si no has leído la primera parte, puedes encontrarla en: 
http://testamentodepapel.blogspot.com.es/2015/09/distrito-4-primera-parte.html
Dicho esto, y sin más preámbulos, ¡comencemos!

Varios coches de policía salieron de la comisaría situada en el distrito cuatro como si el color blanco de un azucarillo les guiase en su aventura. Las sirenas centelleaban alternando el rojo y el azul mientras entonaban un cántico a la justicia. En uno de esos coches, el comisario Montenni y la comisaria Ambra discutían sobre cómo entrar en el almacén.
- Mira, entramos sin hacer ruido, enviamos varios dispositivos a puntos concretos del almacén y los pillamos sin que se den cuenta -sugirió Montenni en un vano intento de apaciguar la furia de su compañera.
- Bueno, ya veremos -contestó guiñando un ojo.


Cuando llegaron al almacén descrito por Di Nomteco, el comisario empezó a dirigir a sus hombres pero, cuando quiso dar sus instrucciones a la comisaria, la sorprendió llamando a la puerta.
- Pero... ¡Ambra!, -gritó intentando superar el ruido de la primera ráfaga de disparos lanzados por su compañera a los guardias que salieron a recibirla-. Dijimos que íbamos a hacerlo despacio...
- Ya -replicó la comisaria-, pero a mí me va la marcha -concluyó sacando la lengua.
Siguieron avanzando a través de un almacén iluminado gracias a los disparos de las armas de fuego. Ambra rodaba por el suelo a la vez que hacía gritar a sus pistolas. Porque sí, ella prefería usar dos pistolas, ya que, con ello, se imaginaba estando en una de las misiones de su heroína favorita.
Mientras su compañera danzaba a placer por la escena, Montenni y el resto de policías avanzaban ocultándose en cada caja que podían para cubrirse de los disparos.
Derribados todos los soldados de Caputo, el comisario mandó a sus hombres a cubrir el resto del perímetro por si quedaba algún hombre escondido mientras él y la comisaria se dirigían hacia la oficina. El resto de policías creían estar ayudando a la misión, pero nada más lejos de la realidad. Montenni quiso alejarlos por lo que pudiera hacer Ambra, no quería sorpresas y la comisaria estaba llena de ellas.


Montenni se cubrió cerca del marco de la puerta a la vez que esperaba que su compañera hiciera lo mismo. En lugar de eso, derribó la puerta de una patada y entró vaciando el cargador de una de sus pistolas en los guardaespaldas del miembro de la mayor familia de contrabandistas de la ciudad.
-Despejado, Mont -aseguró mientras miraba fijamente a través de la pistola que aún apuntaba al que ella llamaba "su presa".
- Pero, ¿cómo no va a estar despejado?, ¡Si no has dejado títere con cabeza! -replicó el comisario mientras sacaba de su funda las esposas que antes le habían sido de utilidad para sonsacarle  información sobre el paradero de aquel al que iban a encarcelar. "Todo estaba ligado" pensó. - Bien, las manos donde pueda verlas...
- Eso, eso, que luego van al pan y también pueden ir un par de balas como consecuencia -saltó la comisaria sacando la lengua.
Caputo se levantó de su cómoda silla con las manos en alto como Montenni le había ordenado y bajo la atenta mirada de Ambra rodeó el escritorio y se dejó poner las esposas por el comisario entre murmullos y gestos de mal humor.
Montenni sacó a Caputo de la oficina con Ambra escoltándoles aún con la pistola en alto. Esa mujer era de gatillo fácil. Caputo empezó a gritar cuando Montenni le hizo bajar el último peldaño de la escalera a la fuerza.
- ¡Esto no va a quedar así, acabaré con vosotros!
En ese momento, varias camillas pasaron frente a ellos con los cuerpos de algunos de los miembros de la banda de narcotraficantes. El resto estaba de rodillas, con heridas de bala en brazos y piernas, custodiados por el resto del equipo de la brigada que ya había bajado las armas pero no les quitaban ojo de encima.
- Mira Ambra, ahí van tus amigos.- En ese momento la comisaria bajo el arma y le dedicó a Montenni una sonrisa cariñosa antes de ir corriendo detrás de las camillas como una madre preocupada por los cadáveres de sus víctimas.
Caputo se quedó blanco ante aquella escena y Montenni tuvo que hacer fuerza alrededor de su brazo para que siguiera caminando y alejará la mirada de Ambra, que ya se había salido trotando por la puerta del almacén.


Ahora Vanclaise y yo queremos plantearos una pregunta para hacer más interesante este relato: ¿de qué está hecha el arma con la que Ambra tortura a Di Nomteco?

Este proyecto es una iniciativa lanzada por Reivindicando Blogger llamada #ProyectoParaDos. Si queréis leer el resto de historias, no tenéis más que entrar en el enlace

A mi compañera y a mí nos dieron unas palabras que debíamos usar para construir la historia. Así que, de ahí sacamos lo que habéis podido leer. Esperamos que os guste, comentéis y compartáis para que vuestros amigos puedan leer las historias de este Proyecto.

Dejad que vuestra imaginación vuele libre.

Deivid León.

10 comentarios:

  1. Qué. Pasada. De. Relato. ¡Me ha encantado, chicos, en serio! Tengo muchísima curiosidad por el material del arma, así que espero que nos soltéis la solución algún día, ¿eh? Escribís genial, y hacéis una pareja modélica. El relato tiene intriga, ese puntito de tortura que, oh. ¡Bárbaro!

    ¡Un beso!
    Paco M.

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  2. DIOS MIO. Si ya me gustó la parte de Lu esta... en serio, qué pasada de relato. Lo del material me ha sorprendido. ¿existe de verdad? Y esta historia con ese final... ¿Lo pensáis seguir? Deberíais seguirlo.

    ¡Un besín!

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  3. Ogh, no tengo ni idea de qué puede estar hecha el arma :O ¿UNA PISTA, PAR FAVAR? xD

    Ahora en serio, me ha encantado el relato :3 Creo que trabajáis muy bien juntos, o eso se ha dejado ver en el relato. Así que enhorabuena a los dos :3

    Vic.

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  4. JAJAJAJ FANTÁSTICO. En serio, me ha encantado. Y no sé por qué, Ambra me ha recordado a Buffy Cazavampiros.
    Por cierto, creo que tengo una teoría para la pregunta que habéis planteado, pero a lo mejor es una teoría muy loca xDDD
    Un beso,
    C.

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  5. Ha estado bien, sí señor. Ya le dije a Vanclaise que no soy mucho de trama policíaca, y quizás esperaba algo más de miga en el final, pero me ha gustado cómo habéis enlazado todo, cómo habéis hecho personajes sólidos y cómo habéis hecho de Ambra un personaje cautivador. Enhorabuena por vuestro trabajo y el resultado.

    Un frío beso,

    Emily

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  6. ¿Pero qué le ha pasado a Ambra? xD Pasa de ser una tía súper seria a mostrar un lado increíblemente infantil. Supongo que la imaginasteis así, aunque hubiera preferido que hubiera sido infantil desde el principio. El contraste entre una personalidad aniñada con la escena de la tortura habría sido brutal.
    Pero en fin, que se joda el tal Caputo xD
    ¡Un abrazo muy fuerte, Deivid!

    PD: Muy curiosa la comparación del terrón de azúcar, por cierto.

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    Respuestas
    1. Debo decir que estoy de acuerdo con Misora sobre Ambra.
      Por cierto, la escena del tiroteo (que te quedó muy bien) me hizo recordar un poco a Equilibrium. Si no la viste, te la recomiendo ;)

      Saludos!

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  7. Como ya le he comentado, ME ENCANTA AMBRA Y AHORA TODAVÍA MÁS!!!! Me he enamorado de vuestra historia <3<3<3<3<3<3<3

    Respecto a lo del material, he pensando en el diamante, por la facilidad del corte, pero no sé si deja rastro químico o no, así que puede que lo que esté diciendo sea una burrada muy grande jejeje

    Muchos besos!! :)

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  8. Como dije en la primera parte de este relato, el asunto del material del arma me intriga mucho, pero no tengo idea de qué puede tratarse. Muy buen relato, han logrado algo muy entretenido y bien escrito.
    ¡Saludos!

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  9. En la primera parte me gusto Ambra pero en esta parte me ha parecido un poco infantil aunque quizás sea sólo que no he leído demasiado del género. Por lo demás me intriga mucho cuál puede ser el arma y como continuará la historia. Me ha gustado porque es como una película de acción constante :)
    Un fuerte abrazo,
    María

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