jueves, 21 de marzo de 2013

¿Vivir en un mundo de fantasía? No es tan imposible

Hay días en los que me pregunto quienes son las personas con las que me cruzo diariamente. En qué trabajarán, o en si algún día mi vida se cruzará con la de alguno de ellos para cambiarla radicalmente.
No me imagino cuán maravillosas pueden ser sus vidas. O cuán excitantes. 
Sólo cerrad los ojos e imaginad a alguien de ese vagón de metro donde estáis sentados, o de aquel autobús por el cual recorréis vuestra ciudad; imaginároslo vestido de cazador de tesoros, o de profesor de escritura. Ese alguien podría tener mil oficios con sus mil vestimentas...
Tan sólo transformad a una persona, vestidle de cualquier cosa.


Os guiaré en un recorrido donde quizá os quede todo claro, acompañadme...



Ahora mismo estamos en un vagón de un tren de cualquier ciudad, ahora mismo no importa. El vagón está lleno, pero no a rebosar. Hay gente pero no es incómodo estar de pie y tenemos nuestro propio espacio para respirar.

Bien, ahora observad a aquella anciana que está sentada delante nuestra. Es posible que tenga alrededor de unos setenta años, las canas ya han dominado completamente su corto pelo, y sus arrugas forman parte de cada resquicio de su piel. Pero observadla algo mejor. ¿Notáis algo en ella? Sí, parece feliz. Por muy anciana que sea o por muy enferma que pueda estar, es feliz. Quién sabe qué ha vivido esa mujer, como una guerra, una gran crisis; o cosas buenas, como conciertos, partidos o celebraciones. O qué podemos hacer nosotros que viva. Me explico: ¿os imagináis que uno de esos conciertos a los que ha ido nuestra anciana fuera de rock? ¿Os la imagináis vestida de rockera a sus setenta años? Es bastante gracioso, pero, ¿por qué no? 


La vida no se hizo para ver sólo lo que ven nuestros ojos, también existe algo llamado mente que nos hace viajar por mundos que, a simple vista, parecen imposibles. Nos hace creer cosas que, por muy raras que nos parezcan, pueden hacerse realidad en nuestra imaginación.



Y yo me pregunto: ¿por qué no nos dejamos llevar de vez en cuando por esa imaginación para bajarnos del mundo real y vivir, durante unos instantes, en un mundo de fantasía?



Hacedlo alguna vez y os encontraréis más relajados, como si, en parte, pudierais tocar eso que veis en vuestra mente.



Cerrad los ojos, vivid otras historias y volved para contarme vuestra experiencia.


Dejad que vuestra imaginación vuele libre.

Deivid León.

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